Inteligencia Artificial

Vaya nombre. Desde el nombre, el inteligente creador de la inteligencia artificial deja entrever la competencia entre componentes de comunicación electrónica elaborados con materiales no comunes y en algunos casos desconocidos para la mayoría de los todavía inteligentes seres humanos. Imagino a Leonardo Da Vinci en el Renacimiento, sentado frente a una máquina con una plataforma con inteligencia artificial describiendo el "prompt" para que en un clic, produzca cuando menos cuatro imágenes derivadas de las indicaciones dadas y, si le quedan todavía créditos mensuales, producir más imágenes de La Gioconda ¿Cómo habría hecho para decidir cuál es la mejor para imprimirla en un lienzo especial y volverla una de sus grandes obras? Quizás los investigadores de la historia encontrarían el disco duro de su máquina o su acceso a la nube para hallar los resultados diversos de la descripción detallada de su Mona Lisa. Y si así lo hubiesen hecho Cervantes o Shakespeare. Quizás el Manco de Lepanto abriría Chat GPT y escribiría: redacta una novela caballeresca que inicie en La Mancha, en un lugar del cual no me acuerde y el personaje principal sea un Hidalgo Caballero de triste figura, lector asiduo de novelas de aventuras de la época donde su musa inspiradora sea (...) y que conste de dos partes, la primera que se llame (...). Shakespeare por su parte haría lo mismo para indicar que él desea un escrito que hable de la pugna entre dos familias que se odian, pero cuya descendencia tiene otras ideas y que todo eso acabará en tragedia imposible de creer, pero que en su texto emplee los mejores vocablos, frases y oraciones del idioma inglés. Ambos escritores, ¿habrían copiado y pegado el primer resultado que la Inteligencia  Artificial les haya sugerido? Absurda comparación que me he creado, desde luego. Mas la idea es que abramos los ojos pues grandes mentes de genios quizás, tal vez, inquirirían los resultados, dudarían, manifestarían  su inconformidad y puedo asegurar que sus "prompts" serían casi la novela, la imagen, las grandes obras que todos conocemos (bueno, casi todos) y que disfrutamos o es motivo de plática cuando así debe de ser. Pero la inteligencia artificial surge ahora, en este momento, en estos tiempos de los viajes interplanetarios, de las posibles comunicaciones con otros mundos, de las ideas de terraformar un planeta ajeno mientras deformamos el que es nuestro único hogar por el momento.
Estoy seguro que los grandes de las Artes habrian hecho a un lado la inteligencia artificial. El genio programador y creador sería una mente venida a menos porque no podría superar la verdadera inteligencia humana respresentada por tan grandes exponentes. Dicho de otra forma, su descubrimiento no tendría un buen mercado o aceptación comercial. Dirian mi abuelita y mi madre: "Los tiempos de Dios son perfectos" Creo que podemos ir entendiendo porqué hoy toda la tecnología de valor para la vida humana se llama o relaciona con el término smart como en los Smartwatch, Smartphone, Smarttv, que por deducción traducimos cono inteligente, siendo que la traducción del inglés es "elegante". Smart es el acrónimo de Specific, Measurable, Attainable, Relevant y Timely que son objetivos que deben cumplirse para que sea considerado, ahora sí, inteligente y eficaz. Por eso el dominio de la web de la inteligencia artificial es .ai, de Artificial Intelligence.
Dicho esto, la AI o IA (en español) llega como evolución al sistema de búsqueda en Google, Bing, Yahoo!, etc., para copiar y pegar, que para funcionar requiere que el usuario dé algunas indicaciones (prompt), mientras más detalles , mejor, para crear desde un párrafo, hasta una novela del género que se desee, pasando por opciones para atender gatos, perros, indicaciones para desarrollar una junta en cualquier empresa, y como expresa el personaje de Disney, "al infinito y más allá". Una vez teniendo esto, ahora sí, el clásico copia y pega ¿Ventaja? Una misma serie de indicaciones puede producir tantos resultados como se desee sin que aparezca un texto similar que pueda indicar que ha sido copia o peor aún, plagio. Porque si eso hubiera sido hace ya mucho tiempo, ahora tendríamos a Juan López de Revillagigeda con el reclamo ancestral de los derechos por el Quijote y si fuese más ambicioso, haberse adelantado para escribir Otelo. Los usuarios actuales, sin embargo, ¿poseemos la inteligencia para dominar la inteligencia de las máquinas? ¿Podemos cuestionar los resultados obtenidos e incluso decidir que no sirven, que no llenan nuestras inteligentes expectativas humanas los resultados producidos por un programa que presume ser más inteligente que el usuario final? Porque si a ésas vamos, tan pronto salga la primera novela con autor real a través de Chat GPT, Brad AI o similares que vayan surgiendo, me obligará a pedirle a la AI que me haga un resumen de diez cuartillas donde, en primera persona presente mis apreciaciones literarias y críticas profesionales parecidas a la forma de pensar de algún famoso escritor contemporáneo y todo eso, sin haber leído ni siquiera el prólogo del libro. Eso sí, reafirmando los movimientos necesarios para copiar y pegar.

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