Analizando tipos de enseñanza (y aprendizaje)

Leer y escribir ¿comprendiendo?


 Desde hace mucho tiempo, más allá de los cuarenta años que he dedicado al servicio educativo, el interés primordial de la escuela primaria ha sido que el alumno aprenda a leer.

En algún momento de los cambios de programas vía reformas educativas o no, se definen estrategias para que esto pueda lograrse. Maestros se forman con la idea del silabario, la onomatopeya, la repetición constante, la decodificación de palabras reconociendo las letras, etc.

Mundialmente éste ha sido uno de los tópicos que se tratan en escuelas del mismo nivel que el mencionado y sugieren propuestas, sustentadas con estudios a nivel tesis que producen cambios en la forma de la enseñanza de la lecto escritura.

Se dice que el niño llega a la escuela primaria sabiendo leer. Leyendo de una forma asociativa para identificar objetos, marcas, señales, todo aquello que en su entorno familiar le hayan mostrado y que a él le sea de utilidad para comuncarse. En casa, ante cada nuevo acierto, el niño es animado a continuar.

Entonces, al llegar a la escuela primaria, después de construir aprendizaje en el nivel de preescolar durnte uno, dos o tres años, aunado a la importante educación hogareña, el niño está listo para desarrollar sus procesos adquiridos relacionados con la lecto escritura. No existe por tanto un punto de partida como tal, sino una continuación de aprendizaje en cada alumno. El maestro de primer grado tiene entonces un grupo heterogéneo para continuar con el crecimiento intelectual de sus alumnos.

¿Qué debe hacer entonces el maestro de primer grado para lograr que sus alumnos mejoren su lectura y escritura? ¿Debe enseñar de forma analítica o sintética, del todo a las partes o de las partes al todo? Hasta lograr desde luego aprendizaje significativo. Enuncio entonces la gran incógnita aún presente en la práctica educativa, no así en la teoría de intelectuales y teóricos adaptadores de experiencias de éxito.

El objetivo de los seis grados de educación primaria en cuanto a lectura - establecido de forma implícita -, es desarrollar en el niño las habilidades para construir estrategias personales que le permitan comprender lo que lee. Desde palabras, frases, textos breves, complejos, hasta lecturas sencillas o libros completos. Se descarta, pues se toma como algo ajeno a este objetivo, la emoción de y por lo que se lee que no es lo mismo que en el argot magisterial se conoce como el gusto por la lectura.

Leer bien es igual a leer de "corrido", sin titubeos o muletillas improvisadas; puntos aparte si los matices y entonación son adecuados. Esto es para cuaqluier lectura que se haga. Si además, el niño es capaz de responder preguntas sencillas del texto o explicar de qué trata lo leído ¿ha comprendido realmente lo que las oraciones le han ofrecido a través de su lectura?

¿En qué grado de educación primaria, el niño ya debe comprender lo que lee? Si hablamos de emocionar al niño por lo que lee, desde primer grado y a través de su paso por los otros cinco grados, esta emoción crecerá a la par de sus ideas y conocimientos y procurará un mejor lector de cualquier tipo de texto.

Si en vez de eso, de forma fría se inicia con decodificar cada palabra, repitiendo el sonido de cada letra y sus formas diferentes de pronunciarse al unirse unas con otras, ésta con aquélla, entonces el aburrimiento llega al tener que retener memorísticamente incipientes reglas donde la decodificación es el primer y más importante paso.

Entonces, que el niño conozca cada letra, cada sonido, cómo ha de pronunciarse una sílaba, una palabra ¿es algo que no debe de hacerse en un primer grado? Definitivamente no. Es más, debe de hacerse en todos lo grados, porque siempre hay palabras nuevas que ampliarán el vocabulario del educando, que deberán tener significado en su lectura, en su lenguaje, en su escritura y por tanto debe saber la decodificación y codificación de la misma. Es cuando puede equivocarse menos en los usos de las letra s, c ó z por ejemplo. Eso sí, todo a su tiempo.

Esta decodificación debe hacerse también procurando despertar emociones por aprender cada letra, cada sonido, cada construcción que con ellas puede hacerse.

El proceso de decodificación despertanto interés emocional puede verse en el programa "Plaza Sésamo" donde la muestra de letras, sílabas y palabras es realizada con acciones que motivan el interés por seguri el programa y la emoción por repetir las tonadas expresadas rítmicamente logrando con ello la memorización y asociación por ende.

Analítico y Sintético. Métodos complementrios que teóricamente conducen la enseñanza pero no tanto el proceso de aprendizaje si no es provocada la emoción por ello. Ambos fallan si al final no es logrado el aprendizaje significativo, el porqué ha de saber leer adecuadamente el niño. Si no evoluciona "el gusto por la lectura" por la comprensión de lo que se lee.

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